Quique González y José Ignacio Lapido: «A ambos nos han soltado los perros alguna vez»

QUIQUELAPIDO-2Antes de conocerse en persona se descubrieron en sus respectivas canciones, de manera que cuando hace casi una década José Ignacio Lapido y Quique González se vieron las caras por primera vez ya estaban unidos por invisibles pero sólidos lazos de respeto y complicidad. Lapido lo resuelve en un disparo: «Cuando conocí a Quique supe que era uno de los nuestros». Con el paso del tiempo esa sintonía, que trasciende lo puramente musical, se fue acrecentando y llegaron los halagos públicos, las canciones prestadas, los fugaces momentos compartidos en escenarios… Y siempre un objetivo en el punto de mira, emprender ‘algo’ juntos. Después de años imaginándolo, estos dos cazadores de emociones están a punto de cobrar una presa muy deseada. Lo harán a partir del 11 de octubre en la gira conjunta que acaban de presentar y que no puede tener un título más rotundo y cargado de intención: ¡Soltad a los perros!

Chema Doménech  Fotografías: JSMatilla

Fue a Quique González a quien se le ocurrió el sonoro nombre, que inmediatamente contó con la aprobación entusiasta de Lapido. Así dicen ellos que han tomado todas las decisiones conjuntas hasta ahora, de mutuo acuerdo y sin necesidad de forzar nada. Y si hay algo que transmiten los dos músicos cuando hablan de esta gira, además de una ilusión que no disimulan, es efectivamente un entendimiento total en su manera de afrontarla. Eso ha facilitado las cosas en cuestiones delicadas, como la elección de los músicos de la banda o del repertorio de los conciertos, compuesto por canciones de ambos al 50 por ciento. De todo ello y en un tono absolutamente jovial y relajado hablan en esta entrevista, que en principio se ideó en Granada, ciudad natal de Lapido, durante los ensayos de la gira, pero que por cuestiones de logística se celebró al fin en la zona de Arturo Soria, el barrio de Madrid que vio crecer a Quique González.

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Conociendo la admiración que os profesáis, seguramente esta gira os haga a vosotros tanta o más ilusión que a vuestros seguidores. ¿Estáis de acuerdo?

Quique González: Sin duda. Ese es el motor, porque sin esa ilusión ni siquiera hubiera sido posible plantearnos algo así. Creo que lo más bonito de esto es que nace de un deseo que teníamos los dos, que es algo que nos apetece hacer.

José Ignacio Lapido: De hecho, para mí el reto de la gira es transmitir en los conciertos la emoción y la ilusión que tenemos nosotros. Y por cómo han ido las cosas hasta ahora, en ese sentido ya hemos recorrido un buen trecho del camino.

Ambos lleváis años barajando realizar una gira así, conjunta, pero hasta ahora no habíais dado el paso. ¿Cómo se materializa al final? ¿Quién de los dos dice, ‘venga, ya ha llegado el momento’?

J.I.L.: Es algo que habíamos hablado muchas veces en camerinos, en bares, pero los dos tenemos compromisos, grabaciones, conciertos, y hasta este momento no habíamos podido planteárnoslo seriamente. Ahora se daban las circunstancias para ello y ha sido todo más fácil de lo que pensábamos.

Q.G.: Sí, y lo que tenemos claro es que esto se merece toda nuestra atención. Los dos pensamos que está bien hacer esta gira sin mezclarla con las cosas de cada uno, que el tiempo que estemos juntos nos centremos sólo en esto. Todo ha cuadrado, en mi caso este sábado acabamos en Londres la gira de Delantera Mítica y prácticamente empalmamos con ¡Soltad a los perros!

J.I.L.: Es cierto que los dos nos hemos planteado la gira como algo muy placentero pero también con mucha responsabilidad. No nos hemos tomado esto como una cosa menor o como un entretenimiento entre disco y disco. Para mí esto es un proyecto muy importante de mi carrera y siento mucho respeto por estar a la altura del cancionero de Quique, que es una altura considerable como todo el mundo sabe.

Q.G.: Realmente es un sufrimiento cuestionar si vas a estar a la altura. Fíjate para mí, que tengo el papel de subirme a un escenario junto a un tío tan grande. Supongo que por propio sentido de la responsabilidad lo haría con cualquiera, pero no quiero tocar con cualquiera, quiero tocar con él y eso exige todavía más.

«NO NOS HEMOS TOMADO ESTO

COMO UN ENTRETENIMIENTO

ENTRE DISCO Y DISCO.

ES UN PROYECTO IMPORTANTE»

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¿Ha sido complicada la organización de la gira?

Q.G.: Ha sido relativamente sencillo para lo difíciles que suelen ser estas cosas. Lo más complicado fue llegar hasta aquí, ¿verdad? Ahora sólo queda salir y tocar las canciones que nos encantan.

J.I.L.: Lo mejor es que no hemos discutido por nada, todo ha ido saliendo de manera muy natural. La mayor dificultad quizás ha sido dejar canciones fuera, pero claro, los dos tenemos un repertorio amplio y no podemos hacer 40 canciones en un bolo.

¿Y elegir a los músicos de la banda? Eso sí debe ser delicado.

Q.G.: Pues también ha sido más fácil de lo que pensábamos, pero es delicado, claro. Los músicos de mi banda todos querían estar también en esto, y equilibrar es muy difícil, porque parece que eligiendo a alguien estás menospreciando a otra persona, algo que no es así en absoluto. Hay que hacerlo de la manera más natural posible y con intuición.

J.I.L.: Básicamente yo me he fiado de lo que él me ha dicho de sus músicos y él se ha fiado de lo que yo le he dicho de los míos. Era imposible tener una banda de 15 personas.

Q.G.: Sí, es un poco como cuando de pequeño elegías a los de tu equipo de fútbol, ¿no? Pero bueno, había más violencia allí, esto ha sido más fácil (risas).

¿Quiénes estarán entonces sobre el escenario de ¡Soltad a los perros!?

J.I.L.: Por la parte de Quique estarán Pepo López, a la guitarra eléctrica y Edu Olmedo a la batería. De mi banda contamos con Víctor Sánchez, también a la guitarra eléctrica, y con Raúl Bernal, al piano y órgano hammond. Y del bajo se ocupará Ricky Falkner, que viene de Barcelona. Quique tocará guitarra acústica y yo acústica y eléctrica.

Hasta ahora ha sido más o menos frecuente la unión de dos o más artistas para salir de gira, pero cada uno con su repertorio, su banda y su set. Sin embargo vuestro planteamiento es absolutamente novedoso: compartir banda y canciones.

Q.G.: Es que no le veíamos sentido a hacerlo de otra manera. El rollo era eso, juntarnos nosotros y nuestras canciones. No queríamos hacer la típica gira ahora toca uno, luego toca el otro y después hacemos cinco temas juntos. Esto es un proyecto común y a mí lo que más me mola de esto es pertenecer a una banda de verdad con todas las consecuencias, estar ahí detrás tocando la acústica mientras mi amigo se canta una canción mía. Al final a eso aspiramos todos, ¿no? a formar una banda con los amigos y tocar.

J.I.L.: Realmente esto es una banda de siete músicos con dos cantantes. Y con el añadido de que todos los músicos cantan, por lo que tenemos un instrumento adicional en las voces. Por lo que hemos visto estos días en los ensayos, el resultado es potente.

Q.G.: Sí, la mezcla funciona.

«TODOS LOS MÚSICOS ESTÁN

MUY DENTRO DEL PROYECTO.

NO HAY NINGÚN IMPOSTOR EN LA BANDA»

Ya que habláis de los ensayos, ¿qué sensaciones os han dejado estos primeros días que habéis pasado todos reunidos?

J.I.L.: La semana pasada fue la primera tanda de ensayos, hemos estado cinco días en Capileira, en la Alpujarra, y yo soy incapaz de decir que podría haber ido mejor porque no es posible. Desde el primer día la conexión personal y musical entre todos ha sido total, de una camaradería absoluta. Es lo que más me gusta de esto, el sentido de la camaradería que hay.

Q.G.: El ambiente entre todos los músicos ha sido increíble. Los ensayos fueron duros, de ocho horas tocando, pero disfrutando mucho. Y cuando dejábamos de tocar, todos haciendo corro. Todos los músicos están muy dentro de esto, no hay ningún impostor en la banda (risas).

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¿Cómo se funden el universo ‘lapidiano’, lleno de desencanto existencial y de fatalismo lúcido, y el de Quique, fundamentalmente emocional? ¿De qué forma encajan las canciones de uno con las del otro?

Q.G.: La verdad es que no nos lo planteamos en un sentido trascendental, es algo más terrenal. Yo cuando empecé a sacar sus canciones pensaba, ‘¡son mucho mejores que las mías!’ (risas). No, en serio, estuve dos semanas pensando, ‘joder, tengo que hacerlo mejor’ (más risas). Pero una vez que hemos ensayado, ver cómo encajan me ha hecho creer que mis canciones sí se complementan con el repertorio de Jose, supongo que en cierto sentido tienen cosas distintas que funcionan junto a las suyas.

J.I.L.: Quique es demasiado modesto, como se puede comprobar. Yo no me he puesto a analizar las características literarias de sus canciones y las mías, simplemente asumo las canciones como un todo, letra y música. Fíjate hasta dónde llega su modestia que me dijo que si en alguna frase no me sentía cómodo que la cambiase. ¿Pero cómo voy a cambiarle yo una frase? Eso sería impensable. Una canción es una canción, y hay muchas canciones de Quique que me hubiera encantado escribirlas a mí. Y el hecho de poder cantarlas ahora es como apropiármelas un poco, una manera de aportar algo en ellas de forma tardía.

Q.G.: Todo lo que acabas de decir lo digo yo también, sí.

¿Os habéis pedido el uno al otro cantar alguna determinada canción que consideráis especial? ¿Cómo es el repertorio de la gira?

Q.G.: Yo le he pedido unas cuantas, Ladridos de perro mágico, El carrusel abandonado… Y también una que aún no la tenemos en el reper pero que habrá que meterla, ¿no? Es De espaldas a la realidad. Fíjate lo alucinante que el otro día se acercó una chica a pedirle a Jose que le firmase su disco En otro tiempo en otro lugar, y yo lo cogí, le di la vuelta y me di cuenta de que no tocábamos ninguna de esas canciones. Y es uno de mis discos favoritos, tiene dinamita. Entonces me acordé de ese tema.

J.I.L.: El repertorio es al 50 por ciento del cancionero de ambos. También vamos a incluir una de los 091, que es Nubes con forma de pistola. De todas formas ahora está todo muy abierto, es posible que en un concierto yo cante una canción y en otro la cante Quique.

«NO NOS HEMOS PLANTEADO

SACAR UN DISCO DE ESTA GIRA.

NO HAY NADA PLANEADO

A LARGO PLAZO»

¿Está sobre la mesa la posibilidad de registrar esta gira en un disco o DVD?

J.I.L.: No hay proyecto sobre eso. La premisa principal de esta gira es que no hay nada planeado a largo plazo, vamos paso a paso. No hemos hablado nada en ese sentido.

Q.G.: Sería forzarlo. Bastante nos ha costado llegar hasta aquí como para pensar en otras cosas. Simplemente no nos lo hemos planteado. Ya iremos viendo cómo va todo.

Sois de generaciones distintas y vuestras carreras no han discurrido paralelas pero, ¿os reconocéis el uno en el otro?

J.I.L.: Es que mi pasado es muy distinto al suyo. Él tiene una carrera en solitario desde el principio y mi pasado es de 14 años en una banda. Cuando yo empecé a investigar en la discografía de Quique me pareció un tío con las ideas muy claras desde el principio, alguien con talento y con cosas que decir. Luego, según lo fui conociendo, me di cuenta de que era un tipo íntegro, y eso lo he valorado mucho porque yo me he encontrado con muchísimos tipos no íntegros desde que empecé a grabar discos en 1981. Él lo ha ido demostrando en su carrera, en su determinación firme por seguir su camino. Quizás no supiera dónde iba a llegar, pero sí sabía por dónde quería ir.

Q.G.: Da corte hablar bien de alguien que está aquí al lado, pero para mí José Ignacio es un referente, no sólo ya en lo artístico, sino también en su integridad. Es un tío que se ha tenido que pelear mucho en la música y que nunca ha hecho ‘cosas raras’. Claro que es un modelo en el que intentar verse reflejado.

 

José Ignacio, alguna vez has dicho que cuando conociste a Quique pensaste que «era uno de los nuestros». ¿A qué te refieres con esa expresión?

J.I.L.: Bueno, aparte de las connotaciones de familia napolitana, es que cuando yo empecé a escuchar rock’n’roll en los 70 había una diferencia clara en la música. Estaban ‘ellos’ y ‘nosotros’. Para entendernos, Miguel Bosé era ‘ellos’ y Leño eran ‘nosotros’. Ahora esa diferencia se ha difuminado para muchos, aunque otros seguimos percibiéndola. Lo que quiero decir es que cuando te encuentras a un tipo como Quique te das cuenta de que está en tu lado de la línea.

Y estar en ese lado de la línea, que es también el de la autogestión, el de no tener una compañía detrás, ¿os ha beneficiado a la larga aunque hayáis pasado por momentos difíciles?

J.I.L.: Yo no sé si me ha beneficiado o no. Sé que la autogestión era la única opción que tenía y la tomé. He asumido las consecuencias y no me he parado a hacer cálculos. Para autogestionar tu carrera discográfica hay que trabajar muchísimo, pero tienes la satisfacción de que das al público lo que tú quieres, y no tienes que justificarte de nada, que es lo peor que le puede pasar a un artista. Eso es muy triste.

Q.G.: Totalmente de acuerdo. Yo he grabado con compañías y he sido muy protestón y muy guerrero y lo he sufrido mucho. Y el beneficio obtenido ha sido que desde que no estoy ahí hay un sufrimiento que me estoy ahorrando. No sé, estoy satisfecho y no me cambiaba por nadie, pero es cierto que las compañías no son buenas para todo el mundo ni son malas para todo el mundo. Yo no me he entendido con ellas y admiro a los que sí lo hacen, aunque tampoco conozco a muchos.

El día 11, en Murcia, por fin empezáis a ‘soltar a los perros’. ¿Qué habéis querido decir con ese título, qué intención tiene?

J.I.L.: Se le ocurrió a Quique, me mandó un whatsapp y me pareció perfecto. ¡Soltad a los perros! tiene por un lado la sonoridad que se le exige a una gira de rock’n’roll y por otro vimos rápidamente ese significado de soltarse, de subir el volumen, de dar todo lo que tienes, esa rabia que en un momento dado debes soltar. Y alude también a lo que gritaban los guardias cuando se escapaba un preso de la cárcel. Quique y yo nos hemos visto a veces como dos fuera de la ley, ambos hemos sido forajidos a los que nos han soltado los perros alguna vez.

¿Qué vais a ofrecer al público que acuda a estos conciertos?

Q.G.: Creo que les vamos a dar algo muy bueno. Hay un bandón y hay un repertorio que creemos que es muy valioso. En los ensayos de la semana pasada ya vislumbramos que la mezcla funciona y ojalá para la gente llegue a ser importante.

J.I.L.: Está feo que lo digamos nosotros, pero es cierto. No me da corte decir que hay una súper banda, y sobre el repertorio, digamos que tenemos un cierto nivel.

¿Tendréis algún invitado durante la gira?

J.I.L.: No hemos hablado nada…

Q.G.: Yo creo que esta gira es para esta banda y no creo que haya que invitar a nadie.

J.I.L.: Pues ya está hablado (risas).

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*Deseamos agradecer a ‘La esquina de Mesena’ la amabilidad y las facilidades que pusieron para celebrar esta entrevista en su establecimiento. 

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3 comentarios sobre “Quique González y José Ignacio Lapido: «A ambos nos han soltado los perros alguna vez»

  1. Gran conversación entre tres «tocados» por la varita, cada uno en su ámbito. A medida que voy leyendo la entrevista, crecen las ganas de verlos en el escenario. Son perros viejos, (con todos mis respetos…), dos tipos honestos. Yo diría que habrá que ir de concierto. ¡Ya está hablado!

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