

Esta podría ser la crónica de una gira anunciada, porque en los últimos años han sido numerosas las ocasiones en las que tanto Quique González (Madrid, 1973) como José Ignacio Lapido (Granada, 1962) se han referido a la posibilidad de aliar sus ejércitos, —del rock, se entiende— y salir juntos a la carretera. Ya se puede anunciar que a partir de octubre se enrolan en una gira conjunta que llevará por título toda una declaración de intenciones: ¡Soltad a los perros! Es una noticia largamente esperada y muy deseada, en primer lugar por ellos mismos (González y Lapido se profesan devoción mutua) pero también por la legión de seguidores que el guardián de la pantera y el dueño del perro mágico comparten.
Cada vez que a Quique González le preguntan en una entrevista por sus músicos favoritos nombra a José Ignacio Lapido, a quien se refiere como el indiscutible número uno del rock nacional. Lo mismo ocurre a la inversa: el granadino suele poner al madrileño como ejemplo de ese tipo de músicos que dignifican la profesión. Ambos mantienen desde hace años una amistad basada en la admiración y el respeto mutuos, que les ha llevado a tender continuos puentes entre sus músicas. Por eso en ocasiones se han subido al escenario juntos, como invitados el uno del otro en sus respectivos bolos, y también han dejado patente esa complicidad en sus discos. Así, en Daiquiri Blues, Quique incluye una versión de Algo me aleja de ti, tema de Lapido que forma parte del álbum Cartografía, y en De sombras y sueños aparece como invitado de éste para cantar En medio de ningún lado.
Precisamente el día que grabaron aquella canción en Motril, en 2010, fue uno más de los que hablaron de la posibilidad de girar juntos. Era un tema recurrente entre ambos, que ya habían tratado mucho antes y que han continuado barajando años después. En público, José Ignacio Lapido ha declarado alguna vez que siempre que conversaban sobre este asunto lo hacían a altas horas de la noche en algún bar y, por su parte, Quique ha manifestado que salir de gira con el rockero granadino implicaba sentirse en forma al cien por cien para estar a la altura de su ídolo.
La última noticia al respecto data de abril de este año, cuando en su concierto en Granada dentro de la gira de Delantera Mítica, González invitó a Lapido al escenario. Es de suponer que ya habían encontrado una hora razonable para sentarse a conversar y que el madrileño se sentía en plenitud de facultades, porque aquella noche en el Auditorio Manuel de Falla anunciaron lo que muchos esperaban, que al fin compartirían furgoneta y carretera.

¡Soltad a los perros!
La gira conjunta —en la que ambos tocarán juntos, con un repertorio y una banda común— se iniciará el 11 de octubre en Murcia con el sonoro título ¡Soltad a los perros!, una declaración de intenciones que lleva implícita la rebeldía y, al mismo tiempo, la coherencia con que ambos músicos han desarrollado sus trayectorias respectivas. No se puede decir que las carreras de ambos hayan discurrido paralelas porque hay una diferencia de edad (cuando Lapido comenzó con los 091 González todavía corría con sus amigos por el barrio detrás de algún balón) pero en muchos aspectos sí son plenamente identificables.
Los dos son artistas autogestionados que en algún momento se apartaron de una industria y de unos intereses que les resultaban ajenos. En cierto modo funcionan como una especie de outlaw, francotiradores solitarios alejados del éxito masivo que no han consentido en pasar por determinados aros que les ponían delante algunos dueños del negocio. En una entrevista que publicamos aquí hace unos meses, Lapido afirmaba que lo bueno que tiene la autogestión es «saber que desde la primera nota que se da en el disco hasta el último detalle han contado con mi beneplácito y soy yo el responsable». Es la filosofía que en el terreno logístico han llevado a la práctica y que en algunas ocasiones les ha hecho vivir momentos duros, pero que a la postre les ha granjeado el respeto que muchos colegas y seguidores hoy les profesan. Pero, sobre todo, les ha permitido hacer las cosas a su manera. Como decía aquella canción de los Cero escrita por Lapido hace años, ambos conocen bien la libertad y su precio.
José Ignacio Lapido y Quique González también se sitúan a una distancia próxima en el plano musical, donde se erigen como dos de los más brillantes escritores de canciones en castellano, con un carácter perfeccionista que no les permite dar una canción por terminada hasta estar convencidos de ser incapaces de mejorarla. El tono natural de Lapido es el del fatalista lúcido, el desencantado que se sirve de la ironía y el sarcasmo para mantener un ápice de esperanza. Muchas de sus estrofas tienen el mismo efecto que el rayo que en un instante cae en mitad de la tormenta y deja el árbol partido por la mitad. Con frecuencia Lapido no escribe, ajusticia. Nadie como él sabe destilar belleza de la desolación.
Quique González, por su parte, posee el don de conmover. Al igual que el maestro granadino, también se inspira en la realidad cotidiana, en ocasiones para desmelenarse y arremeter contra ella con el cuchillo entre los dientes, como muestra claramente en su último disco, pero la mayoría de las veces para narrar historias que eleva a una dimensión muy personal, desde la que accede a los sentimientos con la proximidad de un amigo. Es un sutil creador de imágenes, poderosas y bellas, con una capacidad de evocación poco usual. Alguien a quien un solo verso le basta para abrir la puerta de los sueños. Puede decirse que la patria de Quique es la emoción, siempre lo fue.
Si a estas cualidades unimos la preferencia de ambos por los patrones del rock clásico, su pulcritud sonora y una idéntica actitud a nivel musical en lo ético y estético, el anuncio de esta gira se antoja una noticia de calado. Quedan por conocer algunos detalles, pero la sola idea de poder disfrutar en un mismo show del talento y la complicidad de estos dos francotiradores de la música nacional es, como mínimo, ilusionante. A Esa canción me suena le consta que ha sido precisamente la ilusión la principal responsable de que, después de años imaginándolo, ambos músicos hayan decidido por fin embarcarse en un proyecto en el que, sin duda, ellos disfrutarán tanto o más que su público.
Quique González y Lapido salen de gira juntos. ¡Soltad a los perros!
Se puede consultar las fechas de la gira pinchando aquí.
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Leí tu post antes y me encantó; ahora, en el tren, lo vuelvo a leer para disfrutarlo con más calma. La noticia es fantástica y tus palabras describen a la perfección el asunto. Así que, los seguidores de Esa canción me suena estamos de enhorabuena.
P.D. Es un motivo de alegría triple, porque además de por los dos protagonistas, nos alegramos mucho por ti.
P.D.2. ¡Qué bien lo pasamos anoche con Jorge!
Abrazo y beso gordos. Fernando y Raquel.
Creo que muchos de los que compartimos este espacio nos alegramos de esta noticia. Muchísimas gracias por vuestro apoyo siempre, me da muchos ánimos. ¡Fuerte abrazo!