Hace un rato granizaba violentamente, pero ahora el sol se asoma con timidez entre las nubes. Es media tarde en la Gran Vía madrileña, el suelo está mojado y parece que lo peor de esta tormenta primaveral ya ha pasado. Tiene un curioso simbolismo que sea precisamente en este momento cuando nos encontremos con Coque Malla para hablar de Mujeres, el precioso trabajo que el músico acaba de presentar y en el que se ha rodeado de diez grandes artistas, todas mujeres. Porque es un proyecto que transmite serenidad, está realizado desde la calma, todo lo contrario que Termonuclear, el anterior disco de Malla, concebido en plena tempestad vital y emocional.
Texto: Chema Doménech Fotografías y vídeo: JSMatilla
Coque Malla regresa con un trabajo que supone una mirada hacia atrás, un intento de analizar los últimos 15 años de su carrera musical. Él mismo lo explica: «Cuando el proyecto Termonuclear, que fue muy intenso y tumultuoso, empieza a diluirse, asumo que no me apetece meterme en otro viaje emocional, sino que lo que quiero es reflexionar sobre lo que ha pasado en estos 15 años. Y entonces me doy cuenta de que las relaciones con las mujeres están continuamente presentes. Ahí nace la idea de este trabajo, con el que he pretendido también unificar mis cuatro discos anteriores y contar una historia con ellos».
El resultado es Mujeres, un proyecto audiovisual (es un CD+DVD) donde Malla repasa temas de su carrera en solitario junto a diez artistas, «diez divas» según sus palabras: Ángela Molina, Jeanette, Leonor Watling, Rebeca Jiménez, Laura Gómez Palma, Vilma, María Rodés, Alondra Bentley, Anni B. Sweet y Amparo Valle, actriz y madre del músico.
Estamos ante una historia narrada no sólo con música sino a través de imágenes. ¿Tenías claro que para entender este disco había que acompañarlo de un DVD?
Es algo que fue quedando claro poco a poco hasta que comprendí que sí, que todo esto tenía que ser explicado en imágenes. Que ese concierto, esa interpretación, las miradas entre las artistas y yo, la banda, el espacio, la escenografía, la luz, todo tenía que formar parte de esa historia. Y ahora estoy convencido de que para entenderla hay que ver el DVD. En realidad, Mujeres es el audiovisual, y el CD es sólo la banda sonora de ese DVD. Pero si realmente quieres ‘leerte el libro’, tienes que ver la peliculita.
Has declarado que afrontaste este proyecto con la intención de alcanzar una conclusión acerca de tus relaciones con las mujeres. Y bien, ¿llegaste a alguna?
Afortunadamente, no (risas). Eso es lo bonito, cuando se habla de sentimientos y de relaciones yo creo que las conclusiones son imposibles. Uno se queda con sensaciones, con recuerdos, y esos recuerdos pueden ir cambiando a lo largo del tiempo, pero sacar conclusiones es complicado.
En cualquier caso, ¿cómo definirías tu relación con el género femenino?
Diría como Pablo Neruda: ‘Confieso que he vivido’. Creo que he conocido a mujeres maravillosas y que he tenido relaciones muy interesantes con ellas, con momentos oscuros y momentos luminosos, como todo el mundo. Pero si algo no ha sido mi relación con las mujeres es mediocre, y sólo eso ya es maravilloso. Han sido relaciones muy intensas con mujeres muy especiales.
¿Hay en este trabajo algún ánimo de redención por tu parte, de ajustar cuentas pendientes, de sacar algo de dentro que te estuviera haciendo daño?
No, yo creo que es al revés. La idea de Mujeres surge porque algo en mi interior se relaja, y si había cosas que me estaban machacando ya se han solucionado. Precisamente por eso, por no tener una necesidad de redimirme ni de ajustar cuentas, porque todo está bien, me apetece repasar y analizar por qué ha habido tanta pasión y tanto tormento en estos últimos 15 años.
¿Cómo ha sido todo el proceso que ha desembocado en Mujeres?
Bueno, los procesos se van clarificando según se va avanzando por ellos, es lo interesante de poner en marcha un proyecto. Es como meterse en la selva y empezar a cortar maleza, a abrir el camino y de repente aparece un claro, luego una cascada… Uno no cuenta con el mapa perfecto ni con la brújula, esto es una aventura en la que tienes clara la idea, el concepto, pero van surgiendo cosas, problemas y soluciones y aportaciones de las personas que lo conforman, porque este es un trabajo muy de equipo. Para empezar hay diez mujeres, diez artistazas, que han hecho sus propuestas. Ellas se han portado exquisitamente conmigo. Han ayudado, han aportado soluciones e ideas, han sido generosas, elegantes y estupendas.
¿Tenías claro con qué artistas deseabas trabajar y qué tema querías que hiciera cada una?
Sabía que quería hacer un disco con mujeres y que para ello quería tener a las mejores. Hubo una primera idea donde yo les planteaba a ellas que escogiesen la canción para que se sintiesen más cómodas, para que la hicieran suya… Pero fue una locura. Primero porque ellas son artistas ocupadas con sus proyectos y por tanto no estaban las 24 horas del día pensando en esto como estaba yo. Y luego porque es eso, yo quería contar una historia, no hacer un recopilatorio de duetos. Entonces me di cuenta de que tenía que ser yo quien eligiera primero las canciones, ver cuáles hablaban de lo que quería hablar, cuáles iban al corazón de lo que pretendía contar. Una vez que las tuve, ya fue momento de valorar qué artista cantaría cada una. Y eso fue muy sencillo, porque es que yo ahora las escucho, las veo, y no me las imagino cantando otras canciones que no sean las suyas.
Recuperas a Jeanette, por ejemplo, que lleva mucho tiempo sin grabar un disco.
Como te digo, quería a las mejores, y Jeanette es una de ellas, es una artista muy importante. En este país a veces nos olvidamos de la esencia. Más allá de si Jeanette era un mito de la juventud en los 60 y ese tipo de cosas absolutamente extramusicales, la realidad es que se trata de una cantante maravillosa, que se pone a cantar y transmite algo increíble.
También sorprende escuchar cantar a Ángela Molina.
Sinceramente, cuando la llamé a mí no se me había ocurrido que podía cantar. Es verdad que cantó y grabó hace tiempo con George Moustaki aquel single, Muertos de amor, y que también cantó en Las cosas del querer, pero yo la llamé para recitar. Cuando le planteé el proyecto se puso muy contenta porque pensaba que iba a cantar y cuando le propuse recitar se llevó una gran decepción. Entonces le dije, pues nada, si lo que apetece es cantar, canta. Fue un acierto y un hallazgo, porque lo hace maravillosamente.
Otra actriz con la que cuentas es con tu madre, Amparo Valle, en uno de los momentos más intensos del proyecto, con La carta. Viendo su interpretación, sus expresiones casi de pánico, su dramatismo, es difícil para quien lo sabe abstraerse a la idea de que estamos ante una madre frente a su hijo.
Ella es actriz y me lo decía, que tenía que buscar sus procesos, su justificación para las emociones, el por qué decía eso. Es lo que buscó, no sé exactamente cuáles son los vericuetos emocionales por los que transitó, pero yo creo que acertó. La carta es una canción muy tormentosa. Cuando la hicimos en Termonuclear, Nico Nieto (el productor de ese disco) y yo siempre imaginábamos una persecución angustiosa. Y yo creo que mi madre, aunque no se haya imaginado una persecución, también ha ido por ahí. Luego, quien lo sepa, sí puede pensar en que es una madre ante su hijo, claro.
¿Te gusta Wilco? Porque el tema que haces con Rebeca Jiménez, Siempre junto a ti, se aproxima a ese universo de la banda de Chicago.
No soy un fan tremendo de Wilco, pero yo creo que Charlie Bautista, el guitarrista, sí lo es. Y en ese tema la guitarra de Charlie tiene un papel muy importante, sobre todo en la introducción y en el final y por eso, es posible que sí esté cerca de ese rollo Wilco. No lo había pensado, pero sí.
Son diez mujeres heterogéneas cantando diez temas muy heterogéneos también, desde una ranchera hasta rock…
Desde hace tiempo parece que da miedo hacer discos con canciones dispares, que los músicos y los grupos tienen que tener un estilo y un sonido definidos, con una unidad y tal. Pero yo me crié sobre todo escuchando los discos de los Beatles, de los Stones, en los que investigaban por todos lados. Sin ánimo de comparar, obviamente, tú escuchas el Sgt. Pepper’s y flipas. O Bowie, que te hace un rap, o una baladita, o un rock. Iban por mil sitios, y esa es mi escuela. Mis discos tratan de investigar, pero al mismo tiempo creo que tienen unidad, son coherentes.
¿Le propusiste el proyecto a alguna artista y te dijo que no?
No. Están las artistas que tienen que estar. Ha sido un proceso muy largo pero cuando se puso en marcha, las que están son las que están y no me lo imagino con otras, la verdad.
En las imágenes del audiovisual transmites un doble papel. Por un lado, el de un director de orquesta estricto y atento a todo lo que pasa y, por otro, el de un músico agradecido.
Joder qué bonito, muchas gracias, nadie me lo había dicho así. Sí, yo estaba con la batuta porque era mucho trabajo el que había que hacer y muy poco tiempo, por lo que había que estar muy concentrado y atento. También he sido productor en solitario, y es la primera vez. La banda o Jose Nortes han sido fundamentales y me han ayudado de forma impagable, y si el disco suena así es en gran parte gracias a ellos. Pero llega un momento en el que estás solo, por mucho que los demás ayuden. Es el momento de decidir si esta mezcla vale o no vale, y esa decisión es la primera vez que he tenido que tomarla solo. Pero bueno, estoy muy contento con el resultado. Sobre lo de mostrarme agradecido, me encanta que se transmita eso, porque lo estoy. Este trabajo en un 80 por ciento es de las diez mujeres que han colaborado en él.
¿Te siguen preguntando por la vuelta de Los Ronaldos?
Cada vez menos. Creo que ya está muy claro que Los Ronaldos fueron los Ronaldos y que fue una etapa maravillosa, pero ahora las cosas van por otro lado. De todas formas tampoco soy adivino. No descarto que vuelvan pero lo veo muy complicado.
Acabas de comenzar la gira. ¿Qué tal está resultando la experiencia de #coquemallabuscamujeres?
Una experiencia maravillosa, muy emocionante y muy bonita. La otra noche en Barcelona las invitadas estaban tan relajadas que flipábamos. Yo creo que se cumplió el objetivo que yo quería, que era trasladar parte del contenido de Mujeres al escenario, sólo parte, porque entero es imposible. Pero sí, darle otra dimensión a la canción y poner ese personaje femenino en el escenario. Obviamente, la gira es otra cosa, ahí lo que se ven son conciertos de rock, con una banda de rock y en salas de conciertos. Estoy feliz.
¿Cómo sobrellevas la crisis?
A ver, una cosa es la crisis, en la que hay cosas que no están en las manos de los ciudadanos y las deben solucionar quienes tienen la llave para abrir determinadas puertas. Pero cuando la gente se queja de que no hay cultura, de que no hay conciertos, etc., ahí sí que me pongo un poco cabrón, porque en eso somos nosotros quienes tenemos el poder. Si establecemos la demanda, habrá cultura. Si comenzamos a agotar los discos de Josele Santiago, de Quique González o de Iván Ferreiro; si cuando empieza un programa basura ponemos Casablanca… Pues quizás la próxima vez que Iggy Pop vaya al Hormiguero le invitarán a cantar No fun o China Girl en vez de Mi limón mi limonero. En ese aspecto creo que no hay que quejarse tanto porque no tenemos un policía en la puerta que nos prohíba ir a un museo. Y por supuesto, las redes sociales son un excelente aliado.
En este sentido, la productora que ha realizado el DVD de Mujeres tiene en marcha un proyecto de crowdfunding para financiar un documental sobre este trabajo. ¿En qué consistirá, será una especia de making of?
Será más que eso. Se abordará todo el proceso de Mujeres, pero lo que se intenta realmente es hacer un proyecto en el que queden reflejadas las relaciones entre los hombres y las mujeres. Es un proyecto ambicioso y que creo que merece la pena, espero que se consigan los objetivos del crowdfunding y pueda llevarse a cabo.
¿Tus próximos planes pasan por?
Tocar, es lo que quiero ahora. Todo este curro que me pego es con la mirada puesta en salir de gira, que es donde yo estoy feliz y relajado. Ahora lo que quiero es descansar de tanto trabajo y tocar. Para mí estar de gira no me agota, no me consume, al revés, me da energía.
Nota del autor: Esa canción me suena desea mostrar su agradecimiento a la dirección y el personal del Hotel de Las Letras, en Madrid, por la atención exquisita y las facilidades que nos ofrecieron para celebrar esta entrevista en su maravilloso establecimiento. ¡Muchas gracias!
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Me encanta el disco y dvd, está hecho con una elegancia exquisita. Las mujeres divinas. Enhorabuena!
Por cierto las fotos y el post son un trabajo profesional.
Este disco es una joya…..Buenísimo este post
Una joya. Este disco es una joya