La magia de la primera vez. Quique González estrena ‘Clase media’ con Ricky Falkner

Es la magia irrepetible de la primera vez. Esa en la que reconoces a quien se quedará con tu corazón, o en la que ves a tu mejor amigo quemándose la mano por ti, o en la que te arriesgas, como en el poema de Bukowski, a quedar atrapado frente a los ojos de una pantera. Nada hay comparable a esa sensación de pisar por vez primera el terreno que conformará tu hogar emocional, aquel en el que eres feliz. A ese lugar pertenecen también determinadas canciones que aún no conoces. Algunas ya existen y otras están por escribir, pero todas ellas se te clavarán un día en los huesos. Porque esas canciones siempre acaban por llegar y, cuando lo hacen, eres consciente de que no olvidarás lo que sentiste al descubrirlas. Por todo ello, si aún no has escuchado Clase media no te preocupes, estás de suerte: todavía puedes hacerlo por primera vez.

Chema Doménech

Ricky Falkner.
Ricky Falkner.

La madrugada del pasado 20 de diciembre Quique González saboreaba en una copa de ron-cola en Costello el subidón del concierto que había ofrecido horas antes en la Sala But de Madrid (un recinto en el que tenía todo el papel vendido también para la noche siguiente) cuando divisó al músico y productor Ricky Falkner. En cuanto lo vio de lejos, el madrileño confesó a su círculo su admiración por el barcelonés. “Es uno de los grandes”, sentenció con entusiasmo quien está convencido de que el factor Falkner ha jugado muy a favor de músicos próximos como Iván Ferreiro o Zahara.

Si hay algo que casi todo el mundo le reconoce al autor de Salitre48 o de Delantera Mítica es que a lo largo de su trayectoria siempre ha hecho lo que creía que debía hacer, y para ello no ha dudado en rodearse de quienes en cada momento ha considerado más indicados para acompañarlo en los diferentes caminos musicales por los que se ha aventurado. Por eso no es extraño que, después de saludar a algunos amigos y músicos que pululaban por el local, buscase el momento para sentarse en torno a una mesa con el productor a intercambiar impresiones. Aquella noche González y Falkner pasaron largo rato charlando a solas.

Así, de forma natural, es como ocurren las cosas cuando lo que más importa sobre todas ellas es la música. Algo que comenzó a fraguarse en un encuentro casual una madrugada de diciembre en un garito de copas del centro de Madrid se concretaría sólo un mes después, el 20 de enero, cuando a la vuelta de un concierto en Palma de Mallorca Quique y su banda hicieron parada en Barcelona. Esta escala en la ciudad de Gaudí tenía como propósito grabar un nuevo tema en los estudios Blind Records de Santos Berrocal y Fluren Ferrer junto a, efectivamente, Ricky Falkner.

Estreno de Clase media

Lo narrado es parte de la trastienda de Clase media, la canción que ha estrenado hoy Quique González a través de su web. Escuchándola, no hay duda de que el músico sigue inmerso en su particular búsqueda de sonoridades y texturas que encajen con su manera de afrontar las canciones. También queda claro que esas pesquisas deparan en ocasiones magníficos hallazgos, porque Clase media (que nació con el título provisional de Cuerpo a tierra) es una de esas grandes composiciones con las que Quique González ha ido afianzando su carrera, otro diamante en su ya acaudalado patrimonio musical. Probablemente esté entre las diez mejores canciones que ha firmado.

1149005_10152332924715505_328445911_nLo logra profundizando en esa forma de escribir personal e intransferible con la que accede a los sentimientos a través de imágenes poderosas, de sensaciones aparentemente inconexas. Quique, cinéfilo confeso, crea aquí un ambiente cinematográfico desde la primera estrofa, donde alude a uno de sus actores favoritos, Christopher Walken, y lo mantiene a lo largo de todo el tema sirviéndose de títulos de películas como «el abogado del diablo» o «furia ciega» para construir versos efectivos y sugerentes. Temáticamente la canción es heredera de esa lucidez desencantada que el músico exhibe en algunos pasajes de su disco más reciente, Delantera Mítica, situándose en el papel de un observador al que no le gusta nada lo que ve a su alrededor. Así, desde una rabia transformada en desengaño habla del sindicato mentiroso, de la radio enferma, de la juventud que se quema o de la sangre entregada a las banderas. Introduce ese tipo de versos suyos capaces de pulverizar cabezas –«puedes pasar tu vida con gente que nunca conoces»- y ofrece también una salida, una forma de redención: «sólo espera coincidir en el tiempo a la hora de la verdad». Es un texto de alto voltaje expresivo, abierto a interpretaciones y pulido cuidadosamente durante meses (en el relato exclusivo que publicamos aquí el último verano sobre el lanzamiento de Delantera Mítica Obra Completa, ya aparecía Quique dándole vueltas al verso del «moonwalker»).

Si la letra de la canción puede mostrar cierta continuidad temática con Delantera Mítica, musicalmente no ocurre lo mismo. Clase media discurre por distintos derroteros sonoros, apoyada en el colchón del slide de guitarra y la mandolina, se supone que la misma que estuvo varios días extraviada en el servicio de taxi madrileño hasta que fue devuelta a su dueño, Edu Ortega. El tema es más largo de lo habitual, cinco minutos exactos de los que prácticamente los dos últimos son instrumentales (quizás sea aquí, junto a la épica de unos coros grandiosos, donde más se note la mano de Falkner) en una progresión arrolladora en la que se podrían adivinar ecos dispares, desde el Extremoduro de los últimos años a guitarristas en la onda de la canción española. Y, una vez más, Clase media muestra una evidencia: la del dominio que Quique González ejerce sobre los medios tiempos. Es su posición natural en el campo, el terreno en el que pocos osarían hacerle un regate.

Con el lanzamiento de Delantera Mítica en febrero de 2013 el músico madrileño afincado en los valles de Cantabria demostró encontrarse en uno de los momentos más inspirados de toda su carrera. La gira posterior, en la que no deja de llenar salas (con breve escapada a Argentina incluida) y su actitud entusiasta y segura encima de los escenarios al frente de una banda con la que se confiesa feliz confirman esa sensación. Hace unos días reapareció junto a sus músicos en Alcobendas (Madrid) tras recuperarse del percance casero con el cuchillo, que hirió su mano pero a todas luces no ha podido detener el zarpazo de la pantera. El estreno de hoy, que probablemente se edite próximamente en vinilo, eleva un listón ya de por sí inalcanzable para muchos otros.

Existen canciones que es necesario escuchar repetidamente para captar todos su matices, para dejar que crezcan y muestren su grandeza. Sin embargo, con otras el trámite resulta mucho más rápido y efectivo, porque se hacen hueco en la biografía en cuanto se presentan. Clase media lleva ya un par de semanas instalada ahí, desde el momento mágico e irrepetible en el que llegó a Esa canción me suena por primera vez.

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3 comentarios sobre “La magia de la primera vez. Quique González estrena ‘Clase media’ con Ricky Falkner

  1. Lo de Quique y la música es sobrenatural. Tu forma de enamorarte de las canciones y transmitirlo también lo es. Grande.

  2. No sé. A mí el tema me ha dejado un poco frío. Supongo que será de ésas que me entran poco a poco.La crónica, mejor que la canción, y eso es muy raro en un tema de Quique, (no te ofendas, Chema, pero es difícil llegar al listón del artista…)

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