El Teatro Real bailó con Los Secretos

Los Secretos en el Teatro Real
Los Secretos en el Teatro Real.

Ni el frío y la lluvia que anoche se precipitaban fieramente sobre la ciudad, ni siquiera el  ‘clásico’ Madrid-Barça que se disputaba a la misma hora en el Bernabéu pudieron evitar que Los Secretos cerraran la gira de presentación de su nuevo disco, En este mundo raro, de una forma inmejorable: con un lleno absoluto en el Teatro Real de Madrid. El vetusto templo de la música, muy poco habituado a acoger entre sus centenarios muros acordes y ritmos de pop rock, vivió una noche excepcional en la que la banda liderada por Álvaro Urquijo, acompañada para la ocasión por la Joven Orquesta Sinfónica de la Universidad de Valladolid, fue desgranando sus nuevas canciones y sus éxitos de siempre en un ambiente caldeado desde el comienzo por el entusiasmo de un público de todas las edades. Al final, con todo el teatro bailando puesto en pie, Los Secretos demostraron que en la música no existen géneros mayores o menores cuando lo que prima es la calidad y que, en ocasiones, el trabajo bien hecho tiene su recompensa.

Foto: ©Marta Pich

Cuando Los Secretos aparecieron anoche en el escenario del Teatro Real de Madrid y comenzaron a tocar el tema que da título a su nuevo disco, En este mundo raro, se materializaba un sueño que empezó a fraguarse hace más de un año. El de Isabel y Mamen, colaboradoras de la Fundación Special Olympics, que un buen día se empeñaron en que el grupo del que eran fieles admiradoras actuase para celebrar los 20 años de existencia en España de esta organización dedicada a la integración de niños y jóvenes con discapacidad. Y el sueño de Álvaro Urquijo y del resto de Secretos, Ramón Arroyo (guitarra), Jesús Redondo (teclados), Juanjo Ramos (bajo) y Santi Fernández (batería), que tenían la ilusión de que se abriera para ellos el telón de un escenario magno como el del teatro de la Plaza de Isabel II de la capital. Así hablaban de ello hace unas semanas.

Fue por tanto un concierto benéfico, en el que Los Secretos, que durante toda esta gira han contado también con el refuerzo del guitarrista Ricardo Marín, actuaron de forma gratuita para destinar los fondos recaudados al proyecto ‘Grandes Deportistas’ de Special Olympics. Ello contribuyó a dar emotividad a una noche que ya de por sí se afrontaba con los sentimientos a flor de piel por el repentino fallecimiento el día anterior del técnico de iluminación, Miguel González Miguelón, a quien el grupo dedicó el concierto, y por el recuerdo imperecedero de Enrique Urquijo, de cuya muerte se han cumplido 12 años el pasado 17 de noviembre. Seguro que a él le hubiera encantado ver cómo canciones inolvidables nacidas de su genio (Buena chica, No me imagino, Hoy no, Quiero beber…) resonaban en la excelente acústica del histórico recinto emocionando una y mil veces a un público fiel como pocos. En su lugar estaba su hija, a quien su tío Álvaro dedicó el tema Agárrate fuerte a mí, María.

Palco del Teatro Real, antes del concierto.

«En muchas entrevistas nos hacen la misma pregunta: ¿Cuál es el secreto de Los Secretos? Es una pregunta fácil de hacer pero difícil de responder. Después de muchos años, hemos descubierto que nuestro secreto sois vosotros, sólo vosotros», dijo Álvaro Urquijo anoche, sinceramente agradecido a un público al que no paró de hacer guiños durante toda la actuación.

Éste, por su parte, devolvió el agradecimiento en forma de una entrega incondicional a las melodías que forman la banda sonora de varias generaciones, como quedó patente anoche en la amplia horquilla en la que oscilaban las edades de los asistentes, desde adolescentes a personas que ya sólo recuerdan su juventud en fotos en blanco y negro.

Para un incondicional de la música de Los Secretos como el que suscribe estas líneas, merecen especial mención algunas de las canciones del nuevo disco, como Trenes perdidos (composición del eficaz tándem Jesús Redondo/Chema Vargas) Sin aire (del batería Sani Fernández), la estupenda adaptación de Álvaro Urquijo de Nameless Faces, Lágrimas sin nombre, y Desapareces, también de Álvaro con un impresionante riff de guitarras final que cerró el primer bloque del concierto. Sin olvidar Buena vida y mejor vino, compuesta por Ramón Arroyo, ese guitarrista impecable capaz de hacer magia con seis cuerdas sin cambiar el semblante.

Después se subirían al escenario los más de 50 músicos de la Joven Orquesta Sinfónica de la Universidad de Valladolid para dotar de un aire mágico a temas míticos como Cambio de planes, A tu lado, Buena chica, Qué solo estás o Déjame. Preciosa, por cierto, la versión de la estremecedora Ahora que estoy peor, una de esas canciones de Enrique capaces de estrujar el corazón y muy difícil de escuchar en directo porque no es usual que forme parte del repertorio.

En definitiva, fue una noche a la altura de un grupo que lleva más de 30 años aportando calidad a la música escrita en castellano y sin el que no se concibe la historia musical reciente de este país. Durante el cóctel posterior al concierto, celebrado en el restaurante del teatro, se veía a los músicos relajados y satisfechos, aunque ensombrecían el rostro al recordar la marcha inesperada de su jefe de iluminación. Firmando autógrafos y repartiendo sonrisas y saludos, Los Secretos pusieron fin a una gira en la que han agotado el papel prácticamente en todos los teatros en los que han actuado. El de anoche de Madrid no fue una excepción. Seguramente, cuando las luces se apagaron y todo el público se hubo marchado, las butacas del centenario Teatro Real de Madrid se preguntarían entre ellas, extrañadas, quiénes eran esos tipos que habían conseguido lo que no ocurría nunca en esa solemne sala, que todo el público prefiriera levantarse espontáneamente y ponerse a bailar a quedarse plácidamente acomodado en sus mullidos asientos de teciopelo.

Set List del concierto:

Primer bloque, Los Secretos en solitario: En este mundo raro. Sólo quiero que me digas la verdad. Enséñame a dormir. Colgado. No me imagino. Lágrimas sin nombre. La calle del olvido. Sin aire. Agárrate fuerte a mí, María. Quiero beber hasta perder el control. Trenes perdidos. Buena vida y mejor vino. Desapareces.

Segundo bloque, con la Joven Orquesta de la UVa: No digas que no. Aunque tú no lo sepas. Cambio de planes. Ahora que estoy peor. Hoy no. A tu lado. Ojos de gata. Buena chica. Qué solo estás. Déjame.

Primer bis: Por el bulevar de los sueños rotos. Te he echado de menos. Ojos de perdida.

Segundo bis: Nada Más. Gracias por elegirme.

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4 comentarios sobre “El Teatro Real bailó con Los Secretos

  1. Es una suerte que hayas podido disfrutar de este concierto. Sin duda el concierto debió ser una antología y la crónica es inmejorable, a la altura de lo que se ofreció en el escenario. Gracias por compartir con nosotros tu genial punto de vista de todo lo que envuelve el mundo de la música. Un abrazo!

  2. Qué suerte haber podido estar anoche con ellos. Yo recibí un gran regalo por teléfono. No sabes la ilusión que me hizo. . . O sí y por eso me la enviaste. En cualquier caso gracias y también por escribir de mis preferidos.

  3. Es una suerte haber podido estar ahí, pero también es una suerte tener este blog para poder sentir la música a veces sin tan siquiera escucharla.

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