Dani Flaco: «Conecto con la melancolía, pero no con la nostalgia»

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Dani Flaco afronta entre la alegría y la inquietud la gira de su nuevo disco, Verbenas y fiestas menores, que comienza este sábado 25 en la sala Galileo, en Madrid. Los nervios son a cuenta de los seis meses que lleva sin tocar —«a ver si se me ha olvidado», bromea—, y la alegría brota del mismo motivo, porque subir a un escenario, según dice, «es algo que necesito y que ahora mismo ya echo de menos». Han pasado tres años desde que editara su anterior trabajo, Versos y madera, con el que ha estado girando durante dos años y medio por salas y garitos de toda España, en conciertos con banda y en otros más pequeños, en solitario con su Gibson acústica. «Así está hecha la vida, ¿no? De momentos grandes, las verbenas, y de acontecimientos íntimos, tristes o alegres, que son las fiestas menores», dice.  Aunque para tipos como él, puede que la vida esté hecha, sencillamente, de canciones.

Chema Doménech  Fotos: Juan Miguel Morales

Dani Flaco se subirá al escenario de Galileo acompañado por su banda, los músicos con los que ha registrado estas Verbenas y fiestas menores: Miguel Ballester a la batería, Jordi Cobre al bajo, Pepo López a las guitarras y David Sam al piano y teclados. Como invitados estarán Txetxu Altube y Begoña Ortiz (que junto a César Pop y Diego Galaz también han colaborado en el disco) y Fernando Polaino, que ha vuelto a ejercer como productor del álbum. Porque, al igual que el disco anterior de Flaco, Versos y madera, este álbum se ha grabado en el Estudio Establo que Polaino puso en marcha hace unos años en mitad de La Alcarria, en un pequeño pueblo de Guadalajara. Tal vez por eso esta colección de canciones esté teñida de folk de principio a fin, aunque también haya destellos rockeros y el músico se haya permitido incluso coquetear con estilos nuevos para él, como ese vals de Y ya… que Diego Galaz realza con unos violines que suenan a feria.

«Mi productor, Polaino, dice una cosa que me hace mucha gracia, y es que algunas canciones del disco huelen a vaca»

«Polaino dice una cosa que me hace mucha gracia, y es que algunas canciones del disco huelen a vaca», afirma riendo Dani Flaco, consciente de lo afortunado que es por trabajar con un productor con quien se entiende casi sin palabras. «Tengo la imagen de Fernando Polaino en el sofá de mi casa el primer día que vino a escuchar las canciones diciendo, «están clarísimas», en el sentido de que no había que darles muchas vueltas. Ambos pensábamos que la voz y la guitarra acústica tenían que estar muy presentes, y el resto  de instrumentos un poco detrás. Creo que ha conseguido un trabajo muy chulo con la voz y con la acústica, me ha hecho cantar más cerca del micro, estoy cantando más grave, y el resultado me gusta mucho. Estoy muy contento con este disco, incluso más que con el anterior», confiesa el catalán.

Sobre el título, Verbenas y fiestas menores, asegura que se le ocurrió cuando ya tenía escritas todas las canciones. «Una hablaba de la verbena de tu piel, otra de fiesta de pijamas, otra de fiesta menor… A veces escribiendo descubres cosas de ti que no sabías», dice. «Además», prosigue, «me gustan muchos las verbenas porque yo toqué en una orquesta de baile durante muchos años y me llevan a un lugar mental bonito. Me gusta una plaza con una orquesta, aquello de  la canción de Serrat, «el pobre y el villano, el prohombre y el gusano beben y se dan la mano”. Cuando estás en la verbena parece que dejas a un lado los problemas, ¿no?».

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Hace ya tres años que Dani Flaco decidió dejar su casa en Bellvitge, en Hospitalet de Llobregat, para instalarse en Madrid. Asegura que ha encajado bien en la ciudad, «no solo por la gente, que es maravillosa, sino porque para salir de gira, estar en el centro de la Península lo facilita mucho todo, no hay color. Tampoco me da tiempo a echar de menos a los amigos y a la familia de Barcelona, porque voy una o dos veces al mes por allí». Y es que el cancionista, como le gusta definirse, no se considera proclive a la tristeza, aunque con frecuencia sus canciones bucean en ella. «Conecto con la melancolía, no con la nostalgia ni con la tristeza, no pienso que cualquier tiempo pasado fue mejor. Sin embargo, la melancolía tiene una parte bonita y placentera, no es necesariamente triste. La melancolía puede ser una mañana soleada escuchando una balada».

«A veces encuentras emociones en un libro, en una película o en la vida misma, y tiras de ahí para sacar una canción»

En este sentido, Flaco asegura que este disco es más luminoso que el anterior, en el que estaba más presente el desamor. «Tal vez porque personalmente estoy muy bien, tengo pareja y estoy contento, así que tengo que trabajar como un guionista de cine para relatar historias desde ese plano melancólico. El otro día estaba leyendo Los besos en el pan, de Almudena Grandes, y leí una frase que decía algo así como que ‘los dos estaban en orillas opuestas de la misma tristeza’ y, claro, de repente hay cosas que te tocan en el corazón. A veces encuentras emociones en un libro, en una película o en la vida misma, y tiras de ahí para sacar una canción».

«No te exagero si digo que me acuerdo de Krahe cada día»

Flaco confiesa que mucho de lo que sabe sobre canciones y sobre la vida lo aprendió de Javier Krahe, fallecido en Zahara de los Atunes en el verano de 2015, a quien asegura echar de menos cada día. Este disco se cierra con un homenaje al veterano cantautor, Virginia, una canción guardada durante mucho tiempo en un cajón. «Sí, estaba en el cajón de las buenas. Me la encargó Javier hace casi diez años para un disco que estaba haciendo en conmemoración del 200 aniversario del nacimiento de Edgar Allan Poe. Al final el disco no salió y yo nunca vi la ocasión de incluir esa canción en ningún disco, hasta ahora. No te exagero si digo que me acuerdo de Krahe cada día. Me pone triste ver la programación de algunos garitos y que no esté él, echo de menos sus bolos, las copas de después, y escucharle hablar de canciones y de la vida. Yo, cada vez que brindo, lo hago por Krahe. Quiero seguir homenajeándolo siempre que pueda y en este disco lo hago con esa canción, que me encanta».

Tras un parón de medio año, Dani Flaco vuelve pues a la carretera. Según él, «en la división en la que yo juego no hay oportunidad de tener una presencia en las emisoras de radio ni en televisión, entonces la única forma que tienes de funcionar es coger la guitarra, subirte al coche y  aparecer por toda la península haciendo un poco lo que dice el título del disco, verbenas y fiestas menores». Y todo ello lo fía a un solo material: las canciones. Las mismas que nacen en su interior y ven la luz en partos naturales o provocados, según la ocasión. «Yo uso una metáfora muy simple para hablar de esto», dice Flaco. «Las canciones son palillos y la cabeza un palillero. Se trata de agitarla hasta que sale el palillo por el agujero».

Si quieres escuchar el primer single del disco de Dani Flaco, La verbena de su piel, pincha aquí.

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