El rockero neoyorkino Willie Nile inicia esta noche en la Sala El Sol de Madrid la gira más extensa de cuantas ha ofrecido en España, con una docena de conciertos que lo llevarán a ciudades como Santander, Zaragoza, Cádiz o Bilbao. Es una ocasión inmejorable para ver de cerca a este músico estadounidense y comprobar que la mejor tradición del rock’n’roll reside en las cuerdas de su Telecaster.
Cada vez que viene a España, Willie Nile recibe como regalo de uno de los buenos amigos con los que cuenta aquí una botella de vino tinto que él promete saborear con su chica en un restaurante italiano situado en una esquina de MacDougall Street, la calle en la que vive en Manhattan, en pleno Village neoyorkino.
Aunque originario de Buffalo, lugar en el que nació y estudió, Nile es considerado uno de los trovadores de Nueva York, ciudad a la que lleva ligado desde los años 70, cuando pisó por primera vez las calles de Greenwich Village con ansia de triunfo. En aquellos comienzos canalizó su extraordinaria vitalidad hacia la poesía (es doctor en Filosofía y Literatura Inglesa) y la música, que conocía desde niño ya que había empezado a estudiar piano a los ocho años y guitarra poco después.
En esa época entra en contacto con los poetas de la generación beat y comienza a cantar en clubes, lo que marcaría su destino. Todavía hoy, Nile habla con auténtica devoción del emblemático CBGB, club situado en el Lower East Side de Manhattan cuyas siglas responden a los estilos de música que allí sonaban (Country, Bluegrass y Blues) y por donde pasaba todo aquel que quería ser alguien en la música. En su escenario actuaron bandas como The Ramones, The Clash, Television, Sex Pistols, The Police y Talking Heads o solistas como Elvis Costello, Jeff Buckley y Patti Smith. La lista es interminable y no es de extrañar que Nile lleve marcado a fuego en su memoria aquel club, unido a una etapa muy feliz de su vida.
Una noche, durante un concierto que ofreció en el Kenny’s Castaways, el crítico del New York Times Robert Palmer descubrió el talento de Willie. Describió sus canciones de rock’n’roll como “la combinación de la inocencia y las letras de Buddy Holly con la intensidad de Gene Vincent, con baladas reminiscentes en ocasiones del primer Bob Dylan”.
Ahí comenzó su éxito. En 1980 publicó su disco debut titulado Willie Nile, y al año siguiente otro gran álbum, Golden Down. Se fue de gira teloneando a The Who y después desapareció durante años. Quien le conoce afirma que quizás fue devorado por el éxito de estos primeros trabajos. También fue una época en la que se dedicó a su familia, a sus responsabilidades como padre.
En 1991 vuelve con un disco que supondría otro hito en su carrera, Places I Have Never Been, en el que colaboró Roger McGuinn, de The Byrds. Según Nile, esta fue una de las mejores experiencias musicales de su vida. En 2000 llegaría el que es considerado por muchos su mejor álbum, Beautiful Wreck of the World, y en 2006 el magnífico Streets of New York, a partir del cual Nile empieza a ser conocido como “el poeta de Nueva York”. Posteriormente publicaría House of a Thousand Guitars (2009) y The Innocent Ones (2010).
Willie Nile es uno de esos músicos que quizás no ha llegado al público de forma masiva, pero que cuenta con el respeto unánime de sus compañeros de profesión. Se precia de tener entre sus íntimos a Bono, Springsteen, Costello o Lou Reed. Todos ellos han alabado en público su trabajo y es habitual verlos en un escenario junto a él. La gran Lucinda Williams afirmó tras escuchar el tema On the Road to Calvary, dedicado a su amigo fallecido Jeff Buckley e incluido en Beautiful Wreck of the World, que era la canción más maravillosa que jamás había oído.
Desde hace años, Willie organiza sus giras en Europa con algunos músicos de este lado del Atlántico. En España ha realizado varias con la sección rítmica de los madrileños Los Madison (Alfonso Adánez a la batería y Carlos Altube al bajo) y con el cantante y guitarrista de la banda asturiana Stormy Mondays, Jorge Otero. En esta gira que comienza hoy el neoyorkino vuelve a contar con Otero y el resto de la banda la conforman Johnny Pisano al bajo y Alex Alexander a la batería.
Según cuenta el gran Alfonso Adánez a este blog, “Willie tiene muchísima vitalidad y lo que más me flipó de tocar con él en el campo puramente musical es que sabe sacar algo bueno de sus músicos. Les deja aire, creatividad, autonomía… Libertad en definitiva, que te hace querer dar lo mejor de ti mismo”.
En este video se ve actuar a Nile junto a Adánez, Altube y Otero:
Consulta todas las fechas de la gira aquí.
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