Rebeca Jiménez, songwriter de corazón valiente

Mañana martes 27 de septiembre se pone a la venta «Valiente», segundo trabajo de estudio de Rebeca Jiménez. Hasta aquí la noticia, el hecho objetivo. El totalmente subjetivo es que se trata de uno de los discos que más espero desde hace tiempo, pues me sobran motivos para pensar que me tendrá enganchado durante una buena temporada.

Dichas razones se basan en los adelantos que ya he podido escuchar, en su fantástico álbum anterior, «Todo llegará» (editado por Warner Music en 2008 y reeditado al año siguiente con colaboraciones de Carlos Tarque o Pereza) y, sobre todo, en la manera en que Rebeca se empeña en tocar fibras sensibles a través de ese tipo de letras que parecen escritas para uno. Si a todo ello le unimos una voz inconfundible y personal, áspera y frágil a la vez, rotunda y repleta de matices, y una interpretación que parece salir de las entrañas, de las tripas, el resultado es una artista destinada a trazar un largo recorrido en los territorios de la mejor música, esa que permanece dentro una vez que se apagan los focos y todos se han ido. A su lado algunas rutilantes estrellas del momento, asiduas en las efeemes, ruidosas pero fugaces como petardos de feria, se vuelven muy pequeñitas con sus melodías ramplonas y sus letras intrascendentes. Insignificantes.

La primera vez que escuché el nombre de Rebeca Jiménez fue en mitad de un concierto y lo pronunció Quique González al reclamarla al escenario para cantar un tema juntos. Después supe lo que todo el mundo sabe, que el madrileño fue uno de sus grandes apoyos para comenzar su carrera en solitario como cantante y compositora, además de su pareja durante algunos años. Aquello terminó pero, a juzgar por los hechos, el cariño y la admiración mutuas se mantienen, y es frecuente escuchar a Quique hablar maravillas de la música de Rebequita Jiménez, mientras ésta se refiere a él con el respeto de una alumna aventajada hacia su idolatrado maestro. De esa época quedan para la historia las colaboraciones de Rebeca en «Kamikazes enamorados», donde canta junto a Quique la preciosa «Calles de Madrid», y una estremecedora versión de «De haberlo sabido» que encoge el alma en el doble disco en directo «Ajuste de cuentas».

Rebeca nació en Segovia en 1975. Es hermana de la actriz y cantante Lucía Jiménez, que también lleva la música en la sangre. Seguramente mucho tiene que ver en esto su padre, que inculcó a sus hijas el amor por ella desde muy pequeñas (a los seis años Rebeca ya estudiaba solfeo y piano, examinándose año tras año en el Conservatorio de Música de Valladolid). Un gran tipo el sr. Jiménez, sin duda.

Después de varios proyectos en diversas bandas dentro y fuera de España coqueteando con la música electrónica, Rebeca vio claro que su camino pasaba por dar forma a las emociones que le incendiaban el corazón y que sus raíces no se anclaban a sintetizadores y computadoras, sino al piano, a la guitarra y a aquellos viajes que de adolescente hacía en el coche junto a su familia escuchando a los Stones, Tom Waits, Van Morrison, Bob Dylan, Cat Stevens, Chavela Vargas o Mª Dolores Pradera. Lo suyo era el rock y Quique le pegó el empujón final: «Siéntate al piano. Y escribe».

Y a eso se dedica Rebeca Jiménez desde hace años, a componer al piano  preciosas canciones que son trallazos de sentimientos, lanzas directas a la diana, golpes frontales capaces de partirnos por la mitad. Lluvia que sin llegar a caer cala hasta los huesos. Rebeca es seguramente la artista española que más cerca está de la figura de la songwriter americana, la de camiseta y vaqueros gastados que grita al mundo que le han roto el corazón, que persigue sus sueños por carreteras secundarias y caminos polvorientos, que ahuyenta a los fantasmas colgándose una guitarra y pisando las tablas de un escenario. A mí personalmente, su voz de terciopelo y lija, su actitud de mujer aparentemente entera pero extremadamente sensible a poco que rasques y su cadencia al cantar algunos de sus lamentos me traen a la mente con frecuencia a Lucinda Williams, reina del country rock americano. Pero ya sabemos que las comparaciones son odiosas y en el caso de Rebeca Jiménez sobran, porque si algo tiene esta artista es una personalidad fuerte y un estilo propio en el que conviven el rock tradicional con destellos entusiastas de pop, lamentos de soul y arañazos metálicos de folk.

Luego están los músicos entre quienes busca calor, unos nombres que si se creara una Selección Nacional de la Música jugarían siempre como titulares indiscutibles: Toni Jurado (batería), Mario Raya (guitarra) y Jacob Reguilón (bajo) son los pilares en los que se apoyan las canciones de Rebeca, que para este nuevo disco también ha contado con las guitarras de Javier Pedreira, los teclados de César Pop, la voz de Carlos Tarque o los coros de su gran amiga y frecuente compañera de escenarios Vicky Gastelo. Todos musicazos, como se ve, en la órbita del planeta Quique y bajo el mando en la producción de otro grande, Bori Alarcón.

Con Vicky Gastelo, otra autora de canciones exquisitas.

Si todo lo dicho anteriormente no es suficiente para que el lector se acerque a la sensibilidad de esta artista enamorada de la mejor tradición norteamericana, a continuación encontrará argumentos de peso ante los que sobran las palabras. El primero de los vídeos pinchados es un adelanto del nuevo disco, el emocionante tema «Acuérdate», que habla de sentimientos que quien no ha experimentado alguna vez es porque no ha vivido lo suficiente. El siguiente es «Despertarme contigo», de su primer trabajo, «Todo llegará», junto a Pereza y Carlos Tarque, otro temazo pura emoción. Por último, dejamos un making off de la grabación del nuevo álbum, una irresistible invitación a hacerse inmediatamente con él.

A veces, después de escuchar a Rebeca cantar esas letras que hablan de los caprichos de la suerte, de esos dolores que andan sueltos y corren tras de ti, dan ganas de darle un abrazo muy fuerte y decirle que todo está bien. Pues aquí va el mío, en forma de palabras que no sé si llegan a expresar toda mi gratitud hacia ella por hurgar en el cajón de los sueños y hablar de forma tan hermosa de los desperfectos que muchos llevamos dentro.

Recuérdalo. Rebeca Jiménez. «Valiente». Desde mañana en tu tienda de música.

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5 comentarios sobre “Rebeca Jiménez, songwriter de corazón valiente

  1. Que bueno que en la distancia, los buenos amigos te mantengan al corriente de la buena musica, siempre es bueno agregar a alguien nuevo mi lista de favoritos de Itunes.
    Besos

  2. llego tarde pero La Rebe como la llaman cariñosamente los Pereza ya forma parte desde hace tiempo de mis artistas preferidos. Tuve el gusto de poder verla dos veces en directo ya y espero que siga teniendo el éxito que se merece, porque Rebeca Jiménez solo hay una, un saludo desde ya sigo el blog me ha encantado.

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