Hay quien se empeña en parecer lo que no es. En un primer momento puede conseguirlo, pero a la larga siempre acaba por quedar en evidencia su impostura. La historia de la música está lleno de ejemplos y, como ocurre en cualquier otro aspecto de la vida, quienes abusan de esta falsa pose suelen hacerlo en un intento de enmascarar sus carencias.
Por esa razón me caen tan bien los artistas sin trampa ni cartón, los que exponen al público su verdad, aquellos que no juegan al engaño y se abren camino bajo la bandera de la honestidad, que defienden con talento, naturalidad y humildad como únicas armas. Por eso, entre otras cosas, admiro a Los Madison.
La primera vez que vi sobre un escenario a Txetxu Altube fue hace más de diez años. Era la época en la que Txetxu trabajaba como comercial en una agencia de publicidad en la que también lo hacía un gran amigo mío. Para ser exactos, Pedro, mi amigo, era su jefe.
El día que me llamó para invitarme al concierto, Pedro me dijo: «Es de un chaval que curra conmigo que es fanático de Bruce, seguro que te gusta». El recuerdo que tengo de aquel bolo, en el que Txetxu actuaba acompañado de una chica, es el de la pasión que derrochaba al cantar y lo bien que sonaba su guitarra.
Luego me olvidé de él durante años, hasta que cayó en mis manos Vendaval, el segundo disco de Los Madison, que me encantó. Por eso me descargué de su web Días de Vértigo, el que había sido su primer trabajo, y me convertí en fan del grupo. Me impresionaba la voz del cantante, pero aún no relacionaba a éste con aquel chaval fanático de Bruce que había escuchado cantar años atrás.
Hace un tiempo, tomando unas cañas con Pedro le comenté que pensaba ir a un concierto de Los Madison porque aún no los había visto en directo aunque había leído críticas buenísimas. Fue entonces cuando me dijo que el líder del grupo era Txetxu Altube, el chico que había trabajado con él.
Finalmente fuimos juntos a ese concierto, en la sala Lemon, en Madrid, y quedé maravillado. Los discos de Los Madison están muy bien, contienen buenísimas canciones y un sonido que les hace justicia, no en vano José Nortes ha estado al frente de ambos trabajos como productor. Pero su directo es absolutamente arrollador, no deja indiferente. Al margen de la calidad de las canciones que compone Txetxu, su voz es, sencillamente, prodigiosa, y el sonido de la banda compacto, contundente y eficaz como un disparo a bocajarro. Si Bruce Springsteen nació para correr, Los Madison han nacido para tocar.

Honestidad. Decía al principio que me gustan los artistas honestos y humildes, y creo que Los Madison lo son. Honestos, humildes y con un talento sobresaliente. Los ves en el escenario y percibes hasta qué punto están disfrutando. Creen ciegamente en la magia de la música, y nadie tiene que contarles lo duro que es alcanzar el sueño de convertirla en su profesión. Detrás de ese sueño hay muchas horas de trabajo, de ensayos, de cargar y descargar equipos de la furgoneta, de tocar para cuatro gatos en garitos de poco lustre, de largo tiempo lejos de la familia, de muchos besos no dados. Pero por encima de todas las renuncias prevalecen las ganas de hacerlo cada día mejor, de cuidar los detalles, de mantener la ilusión. La misma que brilla en los ojos de cada miembro de la banda cuando se suben a un escenario para hacer lo que más les gusta en este mundo. Es una cuestión de actitud.
Hace no mucho entrevisté a Txetxu Altube para Servimedia. Quedamos en la agencia y vino en el metro, con las manos en los bolsillos y un colgante en forma de doble corchea en el cuello. Pensando seguramente en el set list del bolo que tenían esa semana en Moby Dick. No se lo dije, pero aquel colgante en el cuello me hizo sonreir por dentro.
Fue un placer estar un par de horas conversando con él, repasando una trayectoria vital marcada por la ilusión de ganarse la vida a través de la música. Me contó cómo hace unos años esperó a Quique González a la salida de uno de los conciertos del madrileño para entregarle la maqueta de su primer disco. Y cómo Quique (otro artista sin dobleces, auténtico y enorme) lo llamó después para decirle que le había gustado. Ahora, la admiración entre ambos músicos es mutua. Txetxu se ha ganado a pulso el respeto de su ídolo, quien le invita a cantar en sus conciertos cuando pasa por Madrid. Nuevamente, el valor de la suma talento más humildad.

Altube me habló de los artistas a quienes admira sin avergonzarse de ello. De que una vez, hace muchos años, su hermano Carlos (bajista de Los Madison) le regaló una casete de Nils Lofgren (guitarrista de la E Street Band) mientras le decía: «Aquí tienes a quién parecerte». He visto a Txetxu en algún concierto con una camiseta de Lofgren, y eso me provoca una tremenda simpatía. Por eso, después del bolo de aquella semana en Moby Dick, fabuloso, como siempre, le envié este mensaje al móvil: «Si os hubiera visto, Nils Lofgren estaría orgulloso de vosotros esta noche». Estaba feliz cuando respondió.
En Galileo. Esta semana volveré a ver a Los Madison. El jueves 9 tocan en Galileo, y es un auténtico lujo tener un grupo así al alcance del oído. Carlos Altube al bajo, José Luis Martín a la guitarra, Alfonso Adánez a la batería y Txetxu a la voz y la guitarra, forman una banda compacta, potente y certera. Una máquina de hacer rock. Viéndolos tocar, nadie diría que ninguno de ellos vive todavía de la música. Pero así es, y eso da idea del panorama musical español. En otro país, quizás en este mismo pero en otra época, Los Madison serían seguramente estrellas del rock patrio. Sus canciones y su sonido lo merecen.
Pero ellos no pierden la esperanza. Avanzan despacio aunque con paso firme, con la seguridad de quien sabe a dónde quiere llegar. No importa lo lejos que vayan, no importa de dónde vengan. Ellos lo tienen muy claro. Ahora se encuentran inmersos en la grabación de su tercer disco, que saldrá después del verano. Ojalá puedan hacer una buena gira de presentación, que les dé la oportunidad de llegar a muchos que aún desconocen su música pero están deseando escucharla, aunque no lo sepan.
A todos los que lean estas líneas, que ya acaban, les animo a ir este jueves a ver a Los Madison y comprobar si es cierto todo lo escrito aquí. Me juego unas cervezas en la barra de Galileo a que no se arrepentirán. Pero aviso, yo sólo apuesto sobre valores seguros. Y Los Madison lo son. Nos vemos el jueves.
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Hola,tienes razon,me encantan,me gustaria ver el directo;estoy escuchandolos ahora y se me ponen los pelos como escarpias,que fuerza .HACE MUCHO QUE ESTO NO ME PASABA.les deseo mucha suerte,lo merecen.
Me acuerdo del dia en el que me pusiste Vendaval en el coche y de como todo ha ido evolucionando hasta llegar al punto en que este conjunto liderara mi lista de grupos favoritos. Empecé a escuchar canciones y despues de escuchar » Dias de Vertigo» ya me di cuenta por donde apuntaban los referentes de la banda.
Y llegó el dia del concierto en Moby Dick, dudé hasta el ultimo instante en ir, pedí salir antes a mi jefe y asistí. Ya iba advertido por ti de que el grupo ganaba muchos enteros en directo, pero no me esperaba tal derroche de buen rock, de buenas canciones y tanta entrega en todos los sentidos.
Tambien disfruté de la música de Los Madison con Txetxu Altube y José Luis Martín, acompañados por César Pop en un concierto acústico en la sala Buho Real, donde ademas tuve la oportunidad de saludarles y charlar con ellos y donde se mostraron encantadores.
Creo que el artículo del blog refleja la viva imagen de un gran grupo de música que sospecho que poco a poco va calando ya en mucha gente, y ese público que cada dia crece y crece sera fiel y les conducirá al éxito, No tengo ninguna duda.
Felicidades por el artículo y por el blog, nos vemos el jueves!
Completamente de acuerdo contigo Mario. Estoy seguro de que llegarán porque van por el mejor camino. Un abrazo
Solamente los he visto una vez, impresionte voz la de Txetxu, te atrapa. Muy bueno.
Cómo explicar lo que sentí en la sala Moby aquel día de marzo…..Yo que soy una «enamorada» de la música pop de los 80 y muy fiel a «mis grupos», me dejé llevar por unos amigos y la magia fue tal, que Los Madison ocupan un lugar preferente en mi vida musical. Tienen algo, «eso» que sólo transmiten los grandes músicos….esa voz de Txetxu, esa fuerza en el escenario, esa humildad y sencillez, esas letras elaboradas que llegan..MIL GRACIAS por vuestra música!!!!!! Y gracias Chema por el artículo, espero el siguiente, porque seguro que habrá muchos más 😉